UAM Azcapotzalco DAT55 Cultura y Diseño

martes, 21 de julio de 2015

Un recorrido por la Era de Rodin nos lleva por sus proyectos más importantes; los mitos y alegorías que resignificaron las fuentes clásicas; la fragmentación y el movimiento donde se aprecia su ímpetu vanguardista; y su legado que se manifiesta en el aliento que formó a nuevas generaciones. En palabras del artista: Mi corazón es una capilla ardiente. […] Retomo mi pasado… esos estudios deliciosos que me han brindado el gusto y el secreto de la vida. ¿A quién debo este favor? Sin duda, a los largos paseos que me han hecho descubrir el cielo…, al modelado terreno que, sin hablar, por así decirlo, ha hecho nacer mi entusiasmo y mi paciencia y mi curiosidad y mi gozo de comprender la flor humana.
A mediados del siglo XIX, la Academia y el gobierno francés organizaban exposiciones anuales llamadas Salones. Historia antigua, mitologías y alegorías abrazaban en pintura y escultura el Neoclasicismo.
Auguste Rodin había sido rechazado en la Academia de Bellas Artes y se formó en laPetite École, una escuela de diseño y matemáticas. Aspiraba a ser reconocido como artista y presentó al jurado, sin éxito, El hombre de la nariz rota en el Salón de 1865. Trabajó con Carrier-Belleuse en la fábrica de porcelana de Sèvres y, en Bélgica, se asoció con Antoine-Joseph van Rasbourgh, para desarrollar esculturas decorativas.
A la luz de Jean-Baptiste Carpeaux, célebre diseñador del conjunto escultórico La danzade la Ópera de París, y de la anatomía escultórica de Miguel Ángel, Rodin decantaría su estilo. Con La puerta del Infierno, su primera comisión pública, contribuyó a vestir a la Tercera República Francesa y a introducir nuevas formas del arte moderno.
Salvador Dalí fue más allá de la pintura y en volúmenes plasmó los laberintos del inconsciente sin descomponer las figuras en manchas de color o geometrismos abstractos. En cada una de estas obras, un juego paranoico se advierte en las dobles imágenes que entrañan oposiciones: lo blando y lo duro, lo interno y lo externo, lo ligero y lo pesado, lo lógico y lo fantástico, lo grávido y lo terrenal, Gala y Dalí... Del mito al Surrealismo de Dalí se ofrece una visión de las búsquedas estéticas y de pensamiento en el paso de la escultura del siglo XIX al XX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario